Argumentó que fue despedido porque un compañero de obra lo vio en la ruta prostituyéndose. En la empresa contratista dicen que no fue despedido y que sólo fue un exceso verbal de un colega, pero el travesti elevó una denuncia en la Defensoría del Pueblo de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe.
Alcides Dante Waldemar Saravia se consideró despedido de su trabajo y elevó una denuncia ante la Defensoría del Pueblo por discriminación. "No queremos p... en la obra", afirma que le habría dicho el capataz.
Distinta es la versión que dan en la empresa contratista. El director técnico de la empresa, Luis Vivas, admitió que el muchacho fue insultado pero minimizó la situación, según publica el diario La Capital.
Usted sabe que en este ambiente se utiliza un lenguaje rudo y no se le puede prohibir a la gente que se manifieste como quiera", justificó el directivo al referirse a las expresiones del empleado que reaccionó contra Saravia.
Según se hizo saber, Saravia se desempeña como ayudante de albañil en horarios diurnos mientras que adopta el nombre de Silvina y se prostituye por las noches. En su trabajo actual –una papelera de San Lorenzo- estaba cumpliendo tareas en un terreno para hacer un pavimento.
De acuerdo con el testimonio de "Silvina", su condición sexual fue determinante para que lo obligaran a abandonar las tareas que realizaba desde hacía "más de cinco meses". Sin embargo, desde la empresa alegaron que el compañero que le dirigió el insulto no tiene rango como para despedirlo.
Si bien el acto fue denunciado ante la Defensoría del Pueblo de San Lorenzo, en el mismo ya tomaron participación la Secretaría de Trabajo de la provincia y la Subsecretaría de Derechos Humanos de Santa Fe.
Alcides Dante Waldemar Saravia se consideró despedido de su trabajo y elevó una denuncia ante la Defensoría del Pueblo por discriminación. "No queremos p... en la obra", afirma que le habría dicho el capataz.
Distinta es la versión que dan en la empresa contratista. El director técnico de la empresa, Luis Vivas, admitió que el muchacho fue insultado pero minimizó la situación, según publica el diario La Capital.
Usted sabe que en este ambiente se utiliza un lenguaje rudo y no se le puede prohibir a la gente que se manifieste como quiera", justificó el directivo al referirse a las expresiones del empleado que reaccionó contra Saravia.
Según se hizo saber, Saravia se desempeña como ayudante de albañil en horarios diurnos mientras que adopta el nombre de Silvina y se prostituye por las noches. En su trabajo actual –una papelera de San Lorenzo- estaba cumpliendo tareas en un terreno para hacer un pavimento.
De acuerdo con el testimonio de "Silvina", su condición sexual fue determinante para que lo obligaran a abandonar las tareas que realizaba desde hacía "más de cinco meses". Sin embargo, desde la empresa alegaron que el compañero que le dirigió el insulto no tiene rango como para despedirlo.
Si bien el acto fue denunciado ante la Defensoría del Pueblo de San Lorenzo, en el mismo ya tomaron participación la Secretaría de Trabajo de la provincia y la Subsecretaría de Derechos Humanos de Santa Fe.
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